“Hasta aquí nos ayudó el señor”

     Un sábado 10 de enero de 1953 en solemne ceremonia este templo fué inaugurado y dedicado al culto y a la adoración de Dios. Fué un día lleno de gozo, de alabanzas y oraciones de fe. Un día de compromiso con el Altísimo para adorarle en espíritu y en verdad con humildad, fervor y reverencia. Pero en ese día no solo se dedico este santuario como al morada de Dios, sino que toda la congregación presente respondió con su vida a tal dedicación; de esta manera, hubo un compromiso mas fuerte en la adoración, en conservar el Evangelio, en servirle al Señor con fidelidad; y hubo una confirmación de la fe, la esperanza y el amor. Todos los fieles reunidos resolvieron pelear la buena batalla hasta la venida de Cristo Jesús. Muchos de ellos descansan en el Señor, mientras que los demás todavía siguen con nosotros alabado sea el Señor por esto!

     Cincuenta años han pasado desde entonces, pero la experiencia que vivieron nuestros pioneros todavía perdura. Ruego al Señor que no solo sea un recuerdo, sino una vivencia de esa misma fe, la misma esperanza y el mismo deseo de adorar al Creador y servirle de todo corazón.

      El día 11 de enero del 2003, al celebrar los 50 años de su fundación y rededicar esta casa como morada de Dios, de Cristo Jesús, del Espíritu Santo y de los Santos ángeles, los miembros de esta iglesia hicieron un pacto de fe, de esperanza, de amor, de servicio y de fidelidad. Un pacto de consagración y de entrega total de lo que somos y tenemos. Un pacto que perdurara hasta la venida de Jesús y se prolongue por toda la eternidad.

Pastor Gaspar Pérez